Su trayectoria comenzó en Brasil en la década de 1970, impulsada por el espíritu emprendedor y la dedicación de sus empleados. El primer productor de óxido de etileno del país parte de una planta en el Complejo Petroquímico ABC, en São Paulo, y pronto se expande a Camaçari, en Bahía.
En 20 años, Indovinya se consolida como el principal productor de óxido de etileno y derivados en América Latina. Abre dos unidades industriales más en Brasil (en São Paulo y Rio Grande do Sul) y un centro de investigación y desarrollo en Mauá, SP, Brasil. De esta forma, logra expandir sus operaciones, ampliar su portafolio e incrementar la calidad de sus procesos y productos.
Indovinya entra en el siglo XXI dispuesto a ampliar aún más su alcance. Con un proyecto estratégico de internacionalización, abrió oficinas en Argentina (2006), Estados Unidos (2007), Bélgica (2008), Colômbia (2011), Uruguai (2012) y China (2012). Amplía aún más su presencia en México, al tiempo que establece alianzas con institutos de investigación internacionales.